En el extranjero, España es un país conocido por múltiples factores: sus playas, su historia, su cultura, sus monumentos, personalidades de la música o el deporte… Pero, para muchas de las millones de personas que nos visitan anualmente, hay uno que sobresale por encima de todo: la gastronomía. Y, si indagamos un poco, más allá de paellas, tortillas y cocidos madrileños, un producto a nivel global hace las delicias tanto de habitantes como de turistas: las mil y una variedades de dulces tradicionales. De media, el consumo de dulces por habitante en España es de 24 kilos al año.

El estereotipo de cultura española refuerza la imagen que los datos confirman. A los españoles les gusta disfrutar de la gastronomía, de la oferta hostelera y de los buenos productos, tanto locales como foráneos. El consumo de dulces por habitante en España solo es la punta del iceberg de unas costumbres muy arraigadas: las de aprovechar al máximo el tiempo libre disfrutando de la buena comida y las recetas clásicas a lo largo y ancho de nuestra geografía.

Pero estos productos, además de por la curiosidad del dato de consumo de dulces por habitante, suponen una potente industria. En el año 2017, último del que se tienen datos del ejercicio completo, España exportó más de medio millón de toneladas de dulces: en total, 514.000 toneladas de dulces españoles que salieron al extranjero, además de las otras cerca de 900.000 toneladas de producción nacional.

El sector, a nivel global, movió entre producción y exportación cerca de 5.000 millones de euros en 2017. Pero ¿quién lidera y protagoniza esta pasión por el dulce? Al hablar de dulce, hay una cabeza visible por encima del resto: el chocolate.

Más de una tercera parte de este consumo de 24 kilos por cabeza tiene que ver con productos derivados del cacao. Y, además de un gran porcentaje repartido entre pastelería, caramelos o galletas, otros productos destacan con una cuota importante del consumo de dulces por habitante en España: mazapanes y turrones.

1 kilo 750 gramos de media por cabeza caen anualmente entre turrones y mazapanes. Sumados a los 9 kilos anuales en chocolate y derivados (por cabeza), la conclusión es clara: no solo a la población española le encanta el dulce, sino que lo disfruta a menudo. Eso, combinado con un estilo de vida saludable y una dieta general equilibrada, supone un plus de felicidad en momentos puntuales como celebraciones, cumpleaños o fechas navideñas. Una alegría que se sirve en la mesa.

[Los datos reflejados en este artículo han sido extraídos de un estudio de Produlce, la Asociación Española del Dulce]