El día de Navidad está tan cerca que ya no hay margen de maniobra. El tiempo para inventar, experimentar y probar se ha acabado, por lo que toca recurrir a alguna receta que nos venga dada y tratar de que nuestra familia dé el visto bueno. Para no acudir a lo más tradicional, pero tampoco pasarnos de la raya, en Sadival hemos preparado cuatro ideas de menú de Navidad con las que no solo salir del paso, sino sorprender a la familia y quedar como un auténtico chef.

Menú clásico

No saldrás a hombros, pero seguro que no quedas mal. Acudir a los lugares comunes a la hora de preparar un menú de Navidad siempre es un punto a favor, pues es una época en la que las costumbres y la nostalgia juegan un papel muy importante. Aquí van algunas ideas.

– Entrantes: un buen jamón, tabla de quesos, embutidos, patés, langostinos… Nada que no sepamos. Aciertos casi seguros.
– Plato principal: a elegir mar o montaña. Desde una buena mariscada con gambas, langostas y todo tipo de crustáceos hasta un cordero o un cochinillo asados. Recetas tradicionales al servicio de los cocineros en apuros.
– Postres: prepara una bandeja con turrón de yema, turrón de almendra, turrón de chocolate, polvorones, mazapanes y panettone. Si en tu familia hay alguien que no encuentre un solo postre de su agrado entre este elenco, no cambies de postres: cambia de familia.

Menú vegano
Cada vez más personas optan por retirar de su dieta todo producto de origen animal. Pese a que inicialmente puede parecer una limitación, hay infinidad de opciones para que la Navidad no pierda parte de su esencia: una mesa con mil y un platos para un banquete que solo se da una vez al año.

– Entrantes: hay millones de deliciosas formas de preparar croquetas veganas. Lánzate con los sabores que más te gusten y acompáñalas con un tartar de tomate, unos siempre efectivos nachos con guacamole o un colorido hummus de remolacha.
– Plato principal: una buena idea pueden ser las berenjenas rellenas con quinoa y otras verduras, mezclando texturas y sabores. También un risotto de setas o unos rollitos de tofu con cebolla, ajo y alcachofas harán las delicias de cualquier comensal.
– Postres: acudir a una macedonia sería demasiado fácil, y en todo un menú de Navidad hay que ponerle un poco más de magia. Unas peras al vino o una tarta de chocolate pueden ser el complemento perfecto a cualquiera de las opciones de turrón vegano que ya pueden encontrarse.

Menú saludable
Año tras año crece el movimiento de personas que tratan de que la Navidad no implique comer sin fin alimentos prohibidos en otra época del año. Para aquellas mesas navideñas en las que los comensales no quieran echar por la borda todos los meses de gimnasio que llevan a sus espaldas, también hay opciones interesantes.

– Entrantes: para que el entrenador personal y el nutricionista que viven en tu interior no se enfaden, las cremas son una buena elección. De calabaza, de champiñones o de calabacín: busca las opciones y elige la que más te guste.
– Plato principal: se puede mantener la línea sin renunciar totalmente al sabor. Para ello puede ser una buena idea recurrir a ingredientes naturales sin demasiada alteración, como una buena rodaja de salmón o emperador acompañado por verduras asadas. Sabroso y ligero a partes iguales.
– Postres: no hace falta echar un kilo de azúcar o de harina a la bandeja para que algo coja sabor. Busca las variantes con harina integral o estevia de tus postres favoritos, innova y te llevarás una sorpresa. También ingredientes como el muesli, la avena o la fruta pueden ser grandes aliados.

Menú internacional
Cada vez está más de moda poner en nuestra mesa alimentos y recetas de todas partes del mundo. Platos que nuestros padres y abuelos apenas saben que existen pero que están en todas partes cuando salimos a comer o a cenar, y que ya tenemos prácticamente interiorizados como un elemento más de nuestras dietas.

– Entrantes: nada como un bao. Deliciosos panecillos con rellenos de todo tipo, sencillos y fáciles de comer, que enamoran a comensales de todo el mundo con su aire asiático urbano. También podemos incluir Baba Ganush con un poco de pan de pita y unas piezas de sushi o unas gyozas para dar unos toques árabes y japoneses muy frescos.
– Plato principal: un mundo de opciones. Desde un solomillo Wellington que otorgue al menú de Navidad un aire británico y señorial hasta un Nasi Goreng, delicioso y ligero, que traiga un trozo de Indonesia a nuestra mesa.
– Postres: alfajores latinoamericanos, los deliciosos mandazi africanos o el típico kheer indio. Solo tres opciones entre millones de recetas y países con los que enriquecer nuestro menú navideño.

Ya no hay mucho margen para probar nuevas recetas, y elegir algo al azar puede derivar en una Navidad desastrosa ¿Con cuál de estos menús te quedas?